sábado, 24 de enero de 2015

La Ropavera; el génesis del mal.



Ficha técnica.

Titulo: La Ropavejera. El génesis del mal.
Autor: Ramón Cerdá San Juan.
Editorial: El fantasma de los sueños.
I.S.B.N. 9787-84-15799-26-9
Número de páginas: 417.
Número de capítulos: 23
Género: Histórica-biográfica.
Año de edición: 2014.
Idioma: Castellano.
Edición: Lujosa edición con tapa dura, sobrecubiertas rígidas cerradas con cordel blanco y detalle representantito de la flor de lis. Punto de lectura.

Adaptación libre del corto cinematográfico La Ropavejera. Guión de Nacho Rupiérez.


Sinopsis.

Enriqueta Martí Ripollés más conocida como “La Vampira del Raval” esta considerada la mayor asesina en serie de la España de principios del siglo XX. Mendiga, prostituta, proxeneta, curandera, bruja…
La vida de una mujer de clase baja con una penosa infancia al cuidado de un padre sin escrúpulos poco a poco va forjando la personalidad de La Ropavejera.
Mendiga de día y dama de noche se servía de sus conocimientos de los bajos fondos conseguir satisfacer los deseos y vicios de la alta burguesía de Barcelona, así como remedios para tuberculosos y otras enfermedades.
La nueva novela de Ramón Cerdá nos presenta la biografía de Enriqueta Martí desde su nacimiento en Sant Feliu de Llobregat en 1868 hasta su muerte en la cárcel de mujeres Reina Amalia de Barcelona en 1913. Una obra que como suele pasar en el resto de sus obras, resulta intrigante y cautivadora. Una vez el lector decide sumergirse en la vida de “La Ropavejera” le va a resultar imposible abandonar su lectura.


Opinión personal.

Cuando era un niño mi abuela y mis padres solían decirme como era costumbre: “Aléjate de los desconocidos y no te acerques aunque te ofrezcan caramelos ni cualquier otro regalo no sea cosa que se te lleven”. “Mira que hay gente que se dedica a secuestrar niños”. Solían contarme que hacía años corrían leyendas y rumores de niños que desaparecían y les sacaban la sangre para venderla como remedio de los tuberculosos. Esas historias de la infancia reposaron dormidas en lo más profundo de mi mente hasta  no hace mucho que volvieron a ser recuperadas del olvido.
Ramón Cerdá nos presenta su última obra “La Ropavejera; el génesis del mal”. Me considero uno de tantos lectores que no había oído hablar de Enriqueta Martí hasta que no empecé a ver por Internet el proyecto que llevaban entre manos Nacho Rupiérez con su corto cinematográfico y Ramón Cerdá con novelar la historia. Leí algunos artículos por la red y la gran mayoría consideran que Enriqueta Martí fue un personaje siniestro, frío y calculador. Sólo encontré uno que la consideraba una desquiciada mental que sirvió para personificar dos de las figuras macabras que alimentan el imaginario colectivo y crear un figura parecida a la de “Jack el destripador”. La primera “El sacamantecas” que representaría la muerte violenta. O también a las brujas de la edad media que hacían desaparecer niños y adultos para con sus fluidos hacer pócimas supuestamente mágicas. Y la figura “Del hombre del saco”, que representa la desaparición del sujeto en cuestión para no volver a saber nunca más de él.
Con estos elementos la curiosidad me incitó a sumergirme en el marginal mundo de Enriqueta Martí. Una obra que pese a lo que se intuye que se va a encontrar el lector no resulta tan sangrienta como “El encantador de abejas”, pero sí más adictiva e interesante debido a que el personaje existió realmente.
La cuestión es: ¿novela histórica o historia novelada? Cierto es que la novela está ambientada en un tiempo pretérito, pero al mismo tiempo nos cuenta la vida de un personaje que existió en esa época. Ramón Cerdá ha tenido que bucear en archivos,  periódicos de la época, y documentales para recopilar una pila de información y con estos datos empezar a tejer los hilos de la vida de la protagonista.
¿Fue realmente Enriqueta Martí el monstruo que dicen que fue? ¿O simplemente fue una mujer perturbada que sólo tenía dos niñas secuestradas y profanó algunas tumbas? ¿Dónde termina la realidad y dónde empieza la ficción del imaginario de la época? Si realmente fue la clase de persona que fue, ¿alguna vez fue  víctima del fantasma de los remordimientos? ¿O por el contrario no sentía ningún tipo de escrúpulos y creía que encima hacia un bien a los niños la acogerlos en su casa, ya que llevaban una penosa vida en la calle? Tal vez su argumento era: Mientras esta sociedad demande esta clase de mercancías y servicios si no lo hago yo lo hará cualquier otra persona.
Nadie  sabrá lo que realmente ocurrió en su piso ni cuantas fueron sus víctimas. ¿Qué le pasaba por la mente a esta mujer si realmente hacía todo lo que cuentan de ella? Tal vez en el enigma se halle el atractivo de “La ropavejera; el génesis del mal”.



1 comentario:

Carmeta Rusquilleta dijo...

Una novela molt intrigant... Petonets!!

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